Por la tarde, cuatro chicos que jugaban al fútbol en el patio del colegio observaron algo aterrizar en la cumbre de la colina sobre la propiedad de Bailey Fisher. Cuando decidieron ir a verlo más de cerca, se encontraron con dos chicos más que les acompañaron. Una vez en el lugar, los chicos declararon haber visto una especie de máquina que silbaba, brillaba y que tenía unos diez metros de anchura aproximadamente.
Y al lado de la maquina, habrían visto una criatura extraña que se elevaba por encima del suelo. Esta criatura tenía una cabeza en forma de as de picas, una cara redonda con dos ojos redondos y brillantes y y extendía sus dos brazos con dedos afilados. Su ropa era brillante, le colgaba por bajo y parecía llevar una armadura en el pecho. La criatura parecía dirigirse hacia los niños, que, asustados, huyeron corriendo, refugiándose en la casa más cercana, donde llamaron a la policía.
Después de haber investigado el incidente, la policía decidió desterrar la hipótesis del ovni y del extraterrestre, y concluyó que fue sólo un meteorito que cayó sobre Tierra, y que los niños habían sido asustados sólo por un zorro o un búho en la penumbra. Pero el Monstruo de Flatwoods se hizo hueco entre las leyendas de extraterrestres de los Estados Unidos.
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